La historia de siempre

Ya no sé como encarar mis comentarios en el blog a cerca de lo que le sucede al Zaragoza. Los resultados, el mal juego y sobretodo la imagen que se da en cada partido están provocando un hecho muy grave, que los aficionados empiecen a sentir indiferencia por su equipo.

Todos los domingos ocurre la misma historia. Los de Víctor Fernández empiezan bien los partidos, apretando, y con mucha facilidad saben adelantarse en el marcador. Pero después...no hay después. El Zaragoza se diluye hasta desaparecer y acaba atrás a merced de sus rivales. Esto fue lo que ocurrio en La Coruña, donde tras 25 minutos muy buenos el conjunto blanquillo se volatilizó dejando que un Deportivo, que no es ni la sombra de lo que fue, le superase en todos los aspectos del juego. En fin, 1-1, otro empate con el que se prolonga la agonía de un proyecto en el que algunos seguimos creyendo.

Me gustaría destacar el valor, la actitud y las ganas de un jugador que , a pesar de no estar jugando su mejor temporada, sigue ahí , se deja notar, y sobretodo sigue marcando goles con los que el Zaragoza respira más aliviado dentro de la gravedad del momento. Este jugador no es otro que Diego Milito. Tras la marcha de su hermano, el "Principe" ha adquirido mucho más protagonismo en el vestuario, y la confianza que le brindan los más de 50 goles con la camiseta blanquilla le han convertido en un referente dentro y fuera del campo.